LOS OJOS DEL ARTISTA

La percepción de un artista difiere radicalmente a la de una persona que diariamente es bombardeada y manipulada por los medios de comunicación, manipulación que bloquea la libertad de pensamiento al no permitir interiorizar conceptos, pues éstos se disuelven en una mente dispersa y entretenida con basura expresamente manufacturada por sicólogos que diseñan y programan las decisiones que las frágiles mentes suponen poseer, convirtiéndolas en autómatas.

Generalmente un trabajador no cuenta con el tiempo para meditar y analizar sobre la situación en que se encuentra, el tiempo es su principal enemigo y cuando llega a casa, agotado de sus labores diarias encuentra múltiples formas de entretenerse, son minoría los que se toman el tiempo para reflexionar y pensar. Los artistas somos seres privilegiados en ese aspecto, porque nos hemos escapados del sistema, es decir nos hemos salido del saco.

Para muchos los artistas somos personas locas, pero es por que somos distintos al común denominador, nuestras mentes trabajan integradas entre ambos emisferios y nuestro nivel de conciencia ante la realidad de la vida es diferente. Por lo tanto muchos nos llaman vagabundos. Desdichadamente algunos artistas no aprovechan esta condición y no cultivan una disciplina de trabajo en la auto-observación, y por ende no logran comprenderse así mimos siendo presa fácil del sistema imperante quien hábilmente encuentra formas crueles de apaciguar al rebaño a través de: drogas, alcohol y hasta la ridiculización sirven como medios de control. A menudo muchos artista caen en la trampa padeciendo un final ingrato, porque terminan incomprendidos y rechazados por una sociedad insensible. Al final de cuenta; artista y sociedad son victimas de una conspiración maquinada por intereses económico, políticos y religiosos; la bestia de tres cabezas que siempre ha hecho de la suya.

La conciencia del pueblo debe elevarse y para ello requerimos una clara indentificación de nuestra posición en la sociedad, esforzarnos por educarnos, dejar atrás la inocencia de los incautos dormidos. Sobre todo tener muy presente que entre más despiertos estemos, mas lejos estaremos de ser victimas de la manipulación mediática y sí , solo así podremos elegir con verdadera libertad sobre nuestro propio destino, el que queremos y deseamos porque lo merecemos.

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