pensador independiente

martes, mayo 24, 2011

La salvación por gracia.

Cuando tenemos la conciencia de habernos perdido, contaminado, corrompido y desviado del propósito original que Dios tenía para con nosotros, entonces la venida de un salvador adquiere su real dimensión. El primer desastre ecológico fué haber perdido nuestra naturaleza original, desde entonces toda creación humana fué afectada al provenir de un corazón equivocado, un corazón sucio y contaminado. La esencia pura fué contaminada desde el origen mismo por nuestros primeros padres humanos. En Romanos 3:23-24 dice: por cuanto todos pecaron, y estan destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús. La gratitud de Dios es infinita y sabemos que los hombres por cuenta propia o méritos propios es imposible para el humano mismo aspirar a su auto-salvación. Pero esto no quiere decir que todo asunto lo debamos dejar en manos de Dios y sentirnos liberados de no hacer mas que agradecer a Dios por habernos salvado. Porque por otro lado dice que la fe sin obras es muerta, esto dice en Santiago 2:18 Pero alguno dira: Tu tienes fe, y yo tengo obras. Muestrame tu fe sin tus obras, y yo te mostrare mi fe por mis obras. Luego en Santiago 2:26 añade: Porque como el cuerpo sin espíritu esta muerto, así también la fe sin obras esta muerta.
Claro esta que quien hace la voluntad de Dios no espera recompesa alguna y menos pretendería que atravez de sus méritos sea contado para reclamar salvación, no es así, sino mas bien que alguien quien ya fué salvado, éste dará los frutos naturales de su transformación y así corresponderán con las buenas acciones que naces desde su corazón restaurado en Cristo Jesús, esto quiere decir que si antes, el hombre viejo entraba en contiendas y maldades, ahora, el hombre nuevo buscará entrar en la paz, el entendimiento y la solidaridad con sus semejantes y buscará la armonía, la bondad y la colaboración entre los seres humanos.
Es decir que quien es salvado por gracia de Dios, éste mantendrá su corazón en estado de gracia y de esta manera agradará a Dios desde sus acciones, pensamiento e intenciones puras de corazón.
Se puede concluir entonces que la salvación es por gracia de quien mantiene la gracia de Dios.
Recordemos que la cinco vírgenes que entraron a las bodas mantuvieron sus lámparas encendidas y el mantenerse atentas y vigilantes fúe lo que hizo la diferencia entre las cinco incensatas que no se prepararon ni estaban presentes cuando el novio llegó a casa, aunque tocaron las puertas, estas no se abrieron y mas bien recibieron la mala noticia que el novio no las conocía.