pensador independiente

miércoles, febrero 17, 2010

Como transformar la tristeza en felicidad

Ser feliz es haber alcanzado la sabiduría, haber madurado de forma integral el ser, haberse desapegado, haber identificado y dominado nuestro falso yo, el ego falso. Comprender nuestra situación y nuestra condición material y saber por que y para que vivimos, esta es la cuestión.
Son numerosas las cosas que nos entristecen y nos hacen sufrir y sentir dolor. Hacer una lista de todo cuanto nos duele y nos entristece es importante para que podamos conocernos a fondo y saber donde podemos empezar a trabajar en nosotros. Existen causas que no podemos evitar y estas causan son dolorosas, Buda dijo que el nacimiento, la enfermedad, la vejez y la muerte son las cuatro causan principales. La aceptación con respecto a esta realidad inevitable debe ser comprendida y tolerada con sabiduría, pues si existen es para que aprendamos de estas situaciones. Ignorar esto y apegarse a lo falso es un problema.
¿Y que es lo falso? Lo falso es lo que no permanece, lo que es temporal y no se sustenta de manera permanente en el tiempo, es decir todo aquello que es pasajero, cambiante, y que por nuestra incomprensión lo consideramos como verdadero.
Nuestra identidad debe ser verdadera, todo aquel que sabe que somos espíritus eternos y que poseemos un cuerpo temporal esta en la verdad, mas aquel que cree que son un cuerpo y que el cuerpo porta un espíritu esta en lo falso, en el error. Pues considera al visitante dueño y al dueño el visitante.
Estos errores hacen que por el desconocimiento de las leyes universales de causa y efecto, acción y reacción nos equivoquemos una y otra vez y tropecemos con los mismos problemas una y otra vez.
Por ejemplo, si nos apegamos a la juventud y no aceptamos que el proceso de envejecimiento es algo natural, entonces vamos a sufrir por eso. Igualmente nos sucede con la muerte, el miedo o temor a la muerte no debe mortificarnos, pues es algo inevitable y nada podemos hacer para evitar ese momento, entonces lo que nos toca es estar preparados para que cuando llegue el momento podernos ir en paz con nosotros mismos, con Dios y con nuestros semejantes.
Es fácil decir que nos vamos a ir en paz, hacerlo concientemente es todo un trabajo que requiere esfuerzo. Los que sabemos que Dios en nuestro Padre y que su amor y misericordia es infinita y tenemos la fe de que el nos da la oportunidad de perfeccionarnos y alcanzar la santidad para poder entrar en el reino absoluto a través de imitar a Jesucristo nos iremos en paz. Y esta será la mayor dicha y felicidad, pues el gozo será eterno.

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